divendres, 12 d’octubre del 2012

Nota de prensa de Personas Afectadas por el cierre de la asociación Pannagh



Miembros de la asociación de personas usuarias de cannabis Pannagh han ofrecido esta mañana una rueda de prensa en Bilbao para informar de las últimas decisiones judiciales acerca de la asociación, reclamar el archivo de la causa que aún sigue abierta en Bilbao y denunciar la situación “kafkiana” que sufren a causa de la inseguridad jurídica existente en torno al cultivo de cannabis, que provoca que la asociación siga cerrada casi un año después de su clausura a pesar de que, en ese plazo de tiempo, cuatro tribunales diferentes, incluyendo una Audiencia Provincial, han considerado que las actividades de la misma no constituyen delito alguno. En este sentido, los participantes en la rueda de prensa han aclarado que, a consecuencia de la decisión del Juzgado de Instrucción nº 6 de Bilbao, no estaban allí en nombre de Pannagh, sino a título individual.

Dos robos de marihuana que acaban en reclamación de indemnización a los ladrones

En primer lugar, se ha informado de que en el otoño de 2011 el colectivo sufrió dos robos con violencia en sus cultivos. Los socios que custodiaban los mismos -y que sufrieron agresiones por parte de los asaltantes- avisaron a la Ertzaintza, quien detuvo a los presuntos autores de ambos robos. Posteriormente, los juzgados de instrucción que se ocupan de ambos casos (el nº 3 de Bergara y el nº 2 de Durango) han convocado a los representantes de Pannagh para que comparezcan en calidad de perjudicados y presenten una valoración de las plantas robadas para que, en caso de ser condenados, los presuntos autores tengan que pagar una indemnización a la asociación. Ningún miembro de Pannagh ha sido imputado por estar cultivando marihuana, con lo que ambos tribunales dan por sentado que nuestras actividades son lícitas y que el cannabis que cultivamos es de nuestra legítima propiedad. Actualmente se está a la espera de que se celebren los juicios por ambos robos.

Denunciados por denunciar

Por las mismas fechas, otro socio responsable de un cultivo de Pannagh, situado en el valle de Aiara, sospechó de la posibilidad de sufrir un robo. Se decidió informar de inmediato a la Ertzaintza de la ubicación de la plantación, para lo que un vocal de la directiva y el propio cultivador comparecieron en la comisaría de la Ertzaintza de Laudio, entregando diversa documentación sobre el cultivo y las actividades de la asociación. A petición de la fiscalía, a ambos se les llamó a declarar en calidad de imputados por un presunto delito de tráfico de drogas ante el Juzgado de Instrucción nº 1 de Amurrio, que solicitó más documentación sobre los fines, funcionamiento y economía de Pannagh. Las plantas, que no habían acabado de florecer, no fueron arrancadas.

Cosecha y almacenaje bajo supervisión judicial

Al llegar el momento de la cosecha, el juzgado autorizó la recolección y secado de las plantas, a condición de que quedaran en el mismo terreno a disposición del juzgado, que semanas después ordenó su incautación para el pesaje y análisis. Posteriormente, se citó también a declarar como imputado al presidente de Pannagh, tras lo cual el juzgado acordó el archivo de la causa y la devolución de la marihuana, al entender que se daban todas las condiciones del llamado “consumo compartido”, tal y como lo viene definiendo el Tribunal Supremo.

La Audiencia de Álava da la razón a Pannagh y devuelve de nuevo la marihuana a sus legítimos propietarios


La fiscalía apeló el auto ante la Audiencia de Álava, cuya sección 2ª, en auto de fecha 10 de agosto, rechazó el recurso al entender que, en efecto, se trataba de un cultivo que entraba dentro de los límites que acepta la jurisprudencia. Para ello tomaba en cuenta que se trata de una asociación legalmente constituida, que tiene entre sus fines el cultivo de cannabis, y que dispone de un lugar privado para el consumo de los miembros, que han de ser consumidores antes de entrar en la asociación, así como la existencia de un auto de la Audiencia Provincial de Bizkaia del año 2006, favorable a Pannagh (y que dio lugar a la devolución de más de 17 kilos de marihuana), de forma que era comprensible que los miembros de la asociación consideraran que llevaban una actividad legal.
Por otra parte, la Audiencia destaca el hecho de que haya sido la propia asociación la que ha informado de la existencia del cultivo a la policía, lo que indica que no había intención de eludir o quebrantar la ley. Según el auto, que cita también la sentencia absolutoria de la Audiencia de Gipuzkoa del año 2007 sobre la asociación Ganjazz, no existe en este caso “ánimo favorecedor, facilitador o de promoción externa”. En consecuencia, confirma el sobreseimiento libre de la causa y la devolución de la marihuana, que ya se llevó a cabo en las dependencias de la Ertzaintza.


Sigue la suspensión de la asociación, a pesar de que cinco tribunales diferentes han avalado su legalidad

Sin embargo, como explicaron los miembros de Pannagh, la existencia de una orden de suspensión de actividades de Pannagh por parte del Juzgado de Instrucción nº 6 de Bilbao hace que la asociación no pueda llevar a cabo el reparto de cannabis que la Audiencia Provincial ha considerado lícito. En este sentido, es de destacar que los tres casos en que la asociación informó a la Ertzaintza de la existencia de cultivos son anteriores a la intervención de la Policía Municipal de Bilbao que desencadenó el cierre de la misma. Para cuando intervino el juzgado de Bilbao, ya hacía tiempo que dos miembros de Pannagh habían declarado en el juzgado de Amurrio acerca de las mismas actividades de la asociación, lo que hace aún más incomprensible la situación actual.

Tras casi un año, la asociación permanece cerrada, su plantilla en paro, sus miembros obligados en muchos casos a recurrir al mercado negro, y ello a pesar de que sus actividades eran del conocimiento público y de que nada menos que cuatro tribunales distintos (tres juzgados de instrucción y dos audiencias provinciales) las hayan considerado legales. Los miembros de la asociación suspendida han vuelto a reclamar el archivo de la causa y la reapertura de la asociación y han denunciado lo que consideran indefensión, ya que ni siquiera pueden reunirse legalmente, además de que el juez ha prohibido a la defensa el acceso a la documentación incautada, lo que hace aún más difícil poner fin a esta situación, que consideran inadmisible e impropia de un estado de derecho.

La disparidad de criterios entre fiscalía y jueces provoca inseguridad jurídica, vulneración de derechos y un gasto absurdo en represión

Los miembros de Pannagh han aprovechado también para rechazar la actitud de la fiscalía anti-droga, que insiste en afirmar que los Clubes Sociales de Cannabis son ilegales, alentando su persecución, y que se niega a aceptar la evidencia de que los tribunales, que son quienes tienen la última palabra, tienen un criterio totalmente diferente, lo que se demuestra en las cada vez más numerosas resoluciones judiciales a favor de estas asociaciones. Esta disparidad de criterios, junto con la indefinición y contradicciones de la ley, provoca inseguridad jurídica, vulnera derechos y daña la salud de muchas personas, genera un gasto absurdo al sistema judicial, y acaba favoreciendo indirectamente el verdadero tráfico.

Esperando las conclusiones de la ponencia del nuevo Parlamento Vasco

Los participantes han mostrado también su esperanza de que el Parlamento Vasco que salga de las urnas continúe con los trabajos de la ponencia sobre las asociaciones de personas usuarias de cannabis, para que de una vez se establezca una regulación que evite situaciones tan absurdas como la que está viviendo. En este sentido, confían en que el amplio consenso alcanzado en la anterior legislatura asegure que los trabajos se concluyan en poco tiempo. También se han alegrado de que el modelo de regulación del cannabis que defienden, basado de cultivos sin ánimo de lucro gestionados en circuito cerrado por las propias personas usuarias, se esté extendiendo y de que la discusión haya llegado también a los parlamentos de Uruguay y Portugal, donde se debatirán sendas propuestas de regulación del cultivo de cannabis que incluyen fórmulas semejantes.

Bilbao, 11 de octubre de 2012

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